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Contrario a lo que muchos podrían pensar, hay distintos tipos de tokens que se engloban dentro del término “Criptomonedas”. De hecho, el término criptomoneda hace referencia a varios tipos específicos que se dividen en dos categorías: Monedas, o Coins, y Tokens.
En la presente guía se detalla las diferencias que existen entre los Tokens de Utilidad y Tokens de Capital y por qué es esencial aprender a diferenciarlos, pero, para ello, primero es necesario comprender qué es un token.
Un Token, también conocido como Crypto Token, según William Mougayar, autor de ‘The Business Blockchain’, es:
“Una unidad de valor que una organización crea para gobernar su modelo de negocio y dar más poder a sus usuarios para interactuar con sus productos, al tiempo que facilita la distribución y reparto de beneficios entre todos sus accionistas”.
Por ende, un token es una unidad de valor basada en la criptografía que es emitida por una entidad en una blockchain, y, además, un token puede representar una participación de un inversor en el proyecto o pueden tener un propósito económico.
De esta manera, hay distintos tipos de tokens y existen diferentes clasificaciones dependiendo de las diversas características que poseen estos activos. La clasificación más frecuentemente usada es dependiendo de la funcionalidad que incorpore el token.
Algunos de ellos pueden ser: Tokens de Plataformas, Security Tokens, Tokens transaccionales, Tokens de utilidad y Tokens de gobernanza. En esta guía nos enfocaremos en comprender qué son los tokens de utilidad y en qué se diferencian de los tokens de capital, siendo estos un subconjunto de los security tokens.
Para comprender las diferencias entre estos dos tipos de tokens, primero es necesario comprender en qué consiste cada uno.
Su nombre nos revela una pista: Utilidad. Este tipo de token criptográfico sirve para algún caso de uso dentro de un ecosistema en específico. Es decir, este token le permite a las personas realizar alguna acción en una determinada blockchain.
No obstante, su utilidad comienza y termina en su ecosistema, es decir, no tiene uso en algún otro ecosistema.
Este tipo de token ha sido utilizado frecuentemente en Ofertas Iniciales de Monedas (ICO). Básicamente los proyectos vendían estos tokens como una forma de obtener financiamiento y, por ende, le garantizaban a sus tenedores tener acceso futuro al producto o servicio de la empresa.
Esto no quiere decir que los poseedores del token de utilidad tengan acceso a algún tipo de participación en la propiedad del proyecto, tan solo le otorgan a los poseedores la capacidad de ejecutar alguna acción dentro del ecosistema que el proyecto está creando.
Una vez que se comprende que este tipo de tokens se identifican por tener una utilidad dentro un ecosistema, vale la pena preguntarse: ¿en qué son utilizados?
El uso que se le pueda dar depende del proyecto y de los objetivos de los desarrolladores. En general, suelen ser tokens que se utilizan para mantener la seguridad y descentralización de la red.
A continuación alguno de los casos de uso más importantes:
¿Bitcoin es un token de utilidad? No, Bitcoin es una criptomoneda que fue diseñada para ser una moneda puramente digital destinada al intercambio entre pares. Por ende, es considerado como una criptomoneda en su sentido más puro.
Mientras que los tokens criptográficos son implementaciones de Smart Contracts en lugar de estar integrados en el software Blockchain en sí. Por ejemplo, BAT es un token ERC-20 que se ejecuta en la Blockchain de Ethereum.
Dado que los tokens de capital, o Equity Tokens, son un subconjunto dentro de la categoría de los ‘Security Tokens’, es necesario comenzar por el concepto más general.
Este tipo de token se encuentra vinculado a los valores financieros. Son básicamente un certificado de acciones digitales que registra su propiedad en la blockchain, es decir, un Security Token representa la propiedad sobre una empresa y, por ende, se diferencian de los Tokens de Utilidad en cómo se deriva su valor.
Básicamente este tipo de token le brinda la posibilidad a empresas de obtener financiamiento a partir de la venta de acciones en forma digital o como capital tokenizado. Es decir, se trata de la convergencia entre el sistema accionario tradicional y el mercado de las criptomonedas.
Y, por ende, este tipo de tokens se encuentran regulados por organismos como la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) dado que representan una propiedad real de los activos subyacentes.
Un Equity Token es un tipo de Security Token que funciona todavía más como un activo de acciones tradicionales, ya que otorgan alguna forma de propiedad sobre un activo.
Cada Token de capital representará un porcentaje sobre la propiedad de algún tipo de activo, pueden ser Acciones, Futuros, Opciones, Bienes raíces, empresas, etc.
De hecho, este tipo de token ha sido difundido como “la acción del siglo XXI”, dado que sus bases parten del concepto de las acciones tradicionales. ¿Qué implica esto? Pues que aquellos que poseen un Equity token no sólo tendrán derechos en propiedad, sino que, además, tendrán derechos a una parte de las ganancias de la empresa y a votar.
Estos se diferencian de las acciones tradicionales en cómo se hace el registro de la propiedad: Mientras que las acciones tradicionales se registran en una base de datos y se acompaña con un certificado de papel, un Equity Token, es registrado en una blockchain, y ¡qué otra mejor forma para demostrar la propiedad!
Ahora, veamos algunas diferencias entre los dos tokens:
Antes de invertir en cualquier criptomoneda es fundamental comprender su naturaleza y, por ende, los riesgos.
Una vez que una persona comprende qué son los tokens de utilidad y qué son los tokens de capital podrá tomar decisiones de inversión informadas y, en consecuencia, puede evitar cometer errores.
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