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Falta poco para que las tarjetas de crédito sean sustituídas por las criptomonedas y para poder comprar con Bitcoin incluso un café. Empresas como Microsoft, BCG y Starbucks están colaborando para lograr hacer pagos con Bitcoin, sin embargo el proceso es complejo.
Un primer paso para integrar las divisas digitales dentro de los servicios comunes, es generar ecosistemas que den a las empresas la confianza de integrar Bitcoin como parte de sus servicios.
Bakkt será una plataforma de intercambio de divisas con una estructura centralizada que incluye las regulaciones federales de los mercados. Si bien aún no es posible integrar Bitcoin dentro de las ETFs, Bakkt habilita el acceso para los inversionistas institucionales en las criptomonedas.
Bakkt se desprende de ICE (Intercontinental Exchange), el segundo grupo más grande de mercados financieros que posee doce casas de cambio, y seis casas de compensación, entre ellas la Bolsa de Nueva York (NYSE).
ICE, junto con el apoyo de Microsoft, Starbucks, BCG y otras compañías, impulsan la creación de Bakkt, proyecto lidereado por Jeff Sprecher, fundador y CEO de ICE y manejado por Kelly Loeffler, quien dejó su cargo de las relaciones de inversión y comunicación de ICE para convertirse en CEO de Bakkt. El proyecto aún está en construcción y tendrá su lanzamiento en Noviembre del 2018.
Kelly Loeffler y Jeff Sprecher
El hecho de que Bitcoin sea una moneda abierta y descentralizada, da libertad a los usuarios, pero también genera volatilidad e incertidumbre, características que frenan a una buena parte de la población de invertir en criptomonedas, pues perciben una falta de estructura de mercado.
Al mismo tiempo, las criptomonedas representan un depositario de fondos muy importante y cada vez mayor. A pesar de que no es una moneda oficial, hay más de $134 billones de dólares invertidos en Bitcoin, esto la vuelve una mina de oro bastante atractiva para Wall Street pero prohibida debido a sus condiciones de volatilidad y riesgo.
Mentes visionarias como las de Sprecher y Loeffler, han detectado la gran oportunidad que hay en las criptomonedas y han diseñado un puente para acceder a las monedas digitales de manera segura y generar confianza en las instituciones financieras.
Confían en que, una vez que Wall Street se suba al tren de las monedas digitales, Bitcoin tendrá la suficiente liquidez para ser una divisa fidedigna y se explotará todo su potencial para volverse la moneda global.
Con Bakkt, aún más empresas invertirán en Bitcoin, se fortalecerá el ecosistema, será promovida como forma de pago, desplazará las tarjetas de crédito, facilitará las transacciones internacionales. Evolucionará todo el sistema.
Desde su creación, la filosofía de Bitcoin sitúa la descentralización como un aspecto principal de su existencia. Una casa de cambio regulada por un intermediario que maneja las transacciones, contradice la idea básica de Bitcoin, aunque por otra parte, Sprecher y Loeffler argumentan que es imprescindible una infraestructura central firme que de soporte y confianza a quienes deciden invertir en monedas digitales.
Siempre que alguien invierte dinero en Bitcoin, las criptomonedas ganan fuerza.
El principio de descentralización de Bitcoin, ofrece la libertad de generar instituciones centralizadas como Bakkt que pongan las condiciones para generar confianza en quienes no la tienen.
Y que así haya cada vez más fondos depositados en cripto.
El objetivo de Bakkt es despejar el camino para que las mayores compañías financieras tengan acceso a Bitcoin y así los consumidores sustituyan las tarjetas de crédito por sus carteras de cripto. La forma en que los clientes hacen pagos online será revolucionada. Prueba de esto es la presencia de Starbucks y Microsoft en la creación del primer centro de intercambio de criptomonedas que cuente con licencias federales y con el respaldo de compañías multinacionales.