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En el mundo existen ciertas cosas que casi siempre se encuentran muy juntas una con la otra, o que tienen una gran repercusión entre ellas como si fuera un tipo de Yin Yang.
Un par de este tipo de relaciones es el del mundo de las finanzas con el de la política, ya que uno siempre está en el terreno del otro y viceversa, además de que por lo general, los políticos son los encargados (legal o ilegalmente) de mover los hilos de las finanzas de una nación.
Justo este enfoque tiene el Banco Mundial, ya que un día antes del segundo aniversario de la explosión del puerto de Beirut, la institución financiera dio a conocer un informe en el que aborda el delicado tema de la crisis financiera del Líbano, en el cual la institución con sede en DC señaló que la crisis financiera de la nación es el resultado de “respuestas políticas deliberadamente inadecuadas” por parte de los diversos gobiernos de la nación.
De acuerdo con News Bitcoin, en el informe se realiza un análisis de la economía del país de Oriente Próximo, desde el final de la guerra civil. Principalmente el reporte se centra en la imposibilidad del gremio político de lograr formular acuerdos sobre medidas políticas eficaces.
El informe titulado “Revisión de Finanzas Públicas de Líbano ¿Finanzas Ponzi?”, realiza una comparación del modelo económico del país desde 1993 con un esquema Ponzi, un conocido fraude de inversiones que lleva el nombre del estafador y estafador italiano Carlo Ponzi, el cual se paga a los nuevos inversores con fondos de los antiguos inversores.
Si bien el Banco Mundial reconoce en el documento que la crisis sanitaria del coronavirus que azotó a la economía de muchos países tuvo una repercusión en la crisis económica libanesa, insiste en que la mayoría de sus problemáticas financieras están íntimamente relacionadas con una pésima gestión política a lo largo de los años.
El Banco Mundial precisó que la crisis financiera del Líbano es una “una depresión deliberada” debido a que “una parte significativa de los ahorros de las personas en forma de depósitos en bancos comerciales se han malversado y gastado” durante los últimos 30 años.
“Es importante que el pueblo libanés se dé cuenta de que las características centrales de la economía posterior a la guerra civil, la economía de la Segunda República del Líbano, se han ido para nunca volver. También es importante que sepan que esto ha sido deliberado”, señala el informe.
Continuando con su análisis, la institución financiera señaló que la mala gestión de los políticos en turno acumuló más deuda de la requerida, además de que la clase política echó mano de los servicios públicos para su propio beneficio.
Asimismo, la institución señaló a las élites de utilizar los recursos estatales con el objetivo de hacerse de ganancias privadas, debilitando de esta forma los servicios públicos, y permitiendo que de manera desproporcionada, se favoreciera al sector privado con acuerdos lucrativos, como generadores a base de combustible y recolección privada de basura.
Es así que ese “esfuerzo consciente” para debilitar los servicios públicos en beneficio de unos pocos, ha dado como resultado, que los libaneses paguen el doble, al tiempo que reciben servicios de baja calidad.
De igual manera, se permitió que grupos religiosos pudieran tener un mayor control sobre los feligreses, al ser autosuficientes de brindar servicios a las comunidades, fortaleciendo de esa forma, el sistema de poder compartido entre las comunidades musulmana y cristiana.
Además, el reporte indicó que la acumulación excesiva de deuda ha tenido desde su existencia un claro propósito, brindarles a los ciudadanos la ilusión de estabilidad, al tiempo que se reforzaba la confianza en la economía, garantizando de esa manera, que depósitos de los bancos comerciales siguieran su marcha.
A modo de conclusión, el Banco Mundial quiso ser enfático con los libaneses, al indicarles que deben de tener muy en cuenta, que años de mala gestión, son los que han sumido al Líbano en su crisis actual.
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