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El dinero digital ha llegado para quedarse. Su adopción en diversas partes del mundo se ha popularizado, sobre todo porque permite a las personas que nunca han contado con una cuenta de banco, enviar y recibir dinero sin necesidad de los servicios de la banca tradicional, además de que su dinero está disponible prácticamente en todos lados.
Sin embargo, este tipo de dinero digital, sobre todo el bitcoin conocido como “el oro digital” no es inmune a las altas y bajas de la economía global, ejemplo de ello es que la semana pasada, el activo digital en conjunto con otras monedas virtuales sufrió una pérdida de casi el 50 por ciento de su valor, la mayor pérdida en un solo día desde 2013.
Parte de esta baja en su precio, se debe a los diversos temores de los mercados mundiales sobre el impacto que tendrá el coronavirus o COVID-19 en las economías de todo el mundo, virus que ha generado que varios países como Italia, Canadá o Estados Unidos cierren sus fronteras además del cierre de diversos eventos a lo largo del mundo.
Además del cierre de las fronteras, diversos países han optado por imponer restricciones a los viajes y las reuniones sociales como medida para frenar la propagación del virus.
Por su parte, los mercados de valores reaccionaron globalmente a la crisis con caídas de dos dígitos en las últimas semanas. Además, las tensiones entre Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) redujeron los precios del petróleo en un 24.6 por ciento el 9 de marzo pasado. Todos estos eventos han tenido una repercusión directa en los mercados de los activos digitales.
Para tener clara la razón por la que Bitcoin tuvo una baja tan significativa en su valor, es crucial conocer lo que sucedió en los intercambios de derivados crypto más grandes durante la venta masiva de la moneda digital.
Las correlaciones entre las monedas digitales generalmente aumentan fuertemente durante las grandes caídas, por lo que es necesario conocer los movimientos en los mercados de Bitcoin, ya que, como se mencionó anteriormente. las otras criptomonedas experimentaron ventas similares.
Un jugador dominante en el espacio de derivados, es la plataforma de intercambio de criptomonedas y comercio de derivados BitMEX, la cual intercambió volúmenes de 10 mil millones de dólares y 8.5 mil millones de dólares entre el 12 y 13 de marzo pasados, respectivamente.
Su producto más líquido, un perpetual swap, pretende rastrear un índice de precios que comprenda varios mercados spot. Esto es posible a través de una "Tasa de financiación": si el contrato perpetuo se negocia por debajo del precio índice, los tenedores de posiciones cortas deben pagar a los tenedores de posiciones largas, y viceversa.
El comercio de este derivado en el apalancamiento también está habilitado, lo que significa que un usuario que posee un bitcoin en la plataforma puede abrir posiciones que son varias veces más grandes (por lo general, un valor de hasta 100 BTC).
Si las pérdidas en una posición de negociación se acercan al punto en que el comerciante se declararía en quiebra, un motor de liquidación se hace cargo de la posición e intenta cerrarla vendiendo o comprando en el mercado abierto de derivados. El comercio de apalancamiento jugó un papel importante en la velocidad a la que ocurrió la reciente caída.
Una hora antes del mediodía (UTC) del 12 de marzo, Bitcoin dio un primer paso desde niveles de aproximadamente 7.3 mil dólares por debajo de los 5.6 mil dólares. Esto fue acompañado por una cascada de liquidaciones de posiciones largas: los comerciantes que tenían posiciones grandes fueron liquidados durante la caída, el motor de liquidación se hizo cargo de su posición y los vendió, lo que empujó los precios más abajo. Esto a su vez provocó la liquidación de más comerciantes, creando un efecto "cascada".
Es así que durante las siguientes dos horas, los mercados todavía estaban procesando lo sucedido. Una indicación de esto fue la disparidad entre los precios de los derivados y los mercados spot. El canje perpetuo se negoció muy por debajo del índice de precios proveniente de los mercados spot.
Con el tiempo, los árbitros generalmente recuperan el equilibrio de los mercados, que compran el intercambio perpetuo y venden Bitcoin en los mercados spot, convergiendo los dos.
Después de un período de consolidación que duró hasta aproximadamente la medianoche, el precio continuó bajando, provocando una segunda ola de liquidaciones de posiciones largas.
Es de destacar que durante esta segunda caída, el motor de liquidación tuvo dificultades para completar sus órdenes de venta debido a la falta de liquidez en el lado de compra. Las órdenes de liquidación se mantuvieron en el sistema y no se procesaron por completo (es decir, se compraron) hasta horas después a las 5 de la mañana, lo que creó una presión negativa continua en el mercado y empujó a Bitcoin a mínimos de 3.6 mil dólares.
En estos mínimos, BitMEX experimentó problemas de hardware y se desconectó brevemente. Esto significó que gran parte de la presión de venta en el mercado proveniente de las órdenes de liquidación fuera eliminada.
La interrupción de BitMEX actuó como una especie de interruptor de circuito, que es común en los mercados tradicionales y detiene el comercio después de grandes caídas. Lo que siguió fue un repunte de casi 6 mil dólares, pero el mercado se mantuvo en un estado de angustia, con spreads de oferta y demanda de entre $ 600 y $ 700 dólares y el intercambio perpetuo que cotiza cientos de dólares por debajo de los mercados spot.
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