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Durante los últimos meses, las criptomonedas han mostrado un crecimiento sostenido. Mientras el precio de Bitcoin sube y baja, la cantidad de usuarios que adoptan esta modalidad de pago o de inversión va en aumento.
Pero así como crece la actividad de los activos digitales, también se volvieron una importante plataforma para los hackers y expertos en seguridad informática. Al no ser rastreables los ladrones han acudido a las criptomonedas como una forma de pago ante extorsiones.
En esta oportunidad quien ha sido blanco de una ataque cibernético es nada menos que el mismísimo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Un grupo de hackers exige 42 millones de dólares en criptomonedas o promete publicar información delicada sobre el mandatario.
El grupo REvil ransomware, también conocido como Sodinokibi, es quien está detrás de esta extorsión. Y está probado de que no están mintiendo: la banda robó casi un 1 terabyte (1.000 GB) de secretos legales de figuras de la industria del entretenimiento y ya dio algunos detalles de su material.
El grupo envió a medios de comunicación de comunicación como Cointelegraph 2 GB de documentos legales marcados como Lady Gaga, robados del bufete de abogados de Nueva York Grubman Shire Meiselas & Sacks. Entre los clientes más destacados de la firma están Elton John, Robert DeNiro y Madonna.
El grupo de hackers pirateó y cifró el servidor de la empresa, robando 756 GB de datos sobre contratos confidenciales, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, correspondencia personal, acuerdos de confidencialidad y más. La compañía hasta ahora se ha negado a pagar, por lo que la amenaza cada vez es mayor.
El grupo publicó el jueves un mensaje en el que exigían un rescate mayor y dejaban en claro la amenaza al presidente de Estados Unidos.
"La próxima persona que publicaremos es Donald Trump. Hay elecciones en curso, y encontramos un montón de ropa sucia a tiempo", se leía en el mensaje.
Sin embargo, eso no fue lo único que REvil expuso por el momento. En tono jocoso le recomendó a Trump que “golpeara a los muchachos”, en clara referencia al bufete de abogados, si seguía con sus planes de seguir siendo el mandatario. A la vez que le habló a los votantes:
“Podemos hacerles saber que después de nuestra publicación, ciertamente no querrán ver a Trump como presidente”.
Aún no está claro cuál es el vínculo que tiene Trump con este bufete, ya que se cree que posiblemente nunca haya sido cliente, aunque la amenaza sí parece ser muy seria.
Los atacantes han amenazado con liberar todo el material robado en nueve etapas, a menos que la empresa acepte las demandas de rescate y pague. Este grupo prefiere que el pago se efectúe en Monero, aunque también dejaron la posibilidad de que se realice en Bitcoin, pero avisaron que sería por una tarifa más alta.
Pese a las amenazas de los hackers informáticos, Grubman se niega a negociar con ellos según anunció el New York Post debido a que no confía en este grupo y considera que pueden liberar los documentos incluso en el caso de pagar. Además, porque ni ellos, ni Estados Unidos negocian con terroristas. La Oficina Federal de Investigaciones estadounidense considera que el pirateo es un acto de terrorismo.
Brett Callow, de la firma de seguridad de Emsisoft, ganadora de premios por su alta efectividad contra este tipo de ataques, aseguró que el rescate es “una de las mayores demandas jamás escuchadas”. Según los delincuentes, la información que tienen en su poder es tan delicada que el precio es acorde al daño que podría llegar a ocasionar la divulgación.
“Las empresas en esta situación no tienen buenas opciones disponibles. Incluso si pagan la demanda de rescate, no hay garantía de que los delincuentes destruyan los datos robados si tienen un alto valor de mercado. Los datos aún pueden venderse o intercambiarse. En estos casos, es posible que los delincuentes intenten extorsionar dinero directamente de las personas cuya información fue expuesta", expresó Callow.
El peligro para Trump y el resto de las celebridades a las que les robaron los datos es real y se espera por una pronta respuesta. ¿Lograrán las autoridades dar con los hackers a tiempo? ¿El bufete de abogados y Trump se rendirán ante las amenazas? La historia promete continuar.
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