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Hasta el día de hoy Google Chrome es, sin duda, uno de los navegadores web más populares en el mundo. No obstante, cada vez somos más los que buscamos la libertad y nos preocupamos por nuestra privacidad y es justamente por ello que surgen alternativas a Chrome.
Algunas de las alternativas han sido navegadores como Firefox, pero, a pesar de ser una excelente opción, tiene un gran obstáculo asociado a la compatibilidad y velocidad. De hecho, estas trabas hizo que muchas personas que huyeron de Chrome terminaran regresando a este.
Así es que, por fortuna para aquellos que quieren librarse del yugo de Google, surge Brave Browser en 2016, un navegador con características muy interesantes y que lo hacen muy competitivo.
Brave irrumpió la escena del Internet bajo la promesa de ofrecerle a los usuarios tiempos de carga más rápidos y una mejor protección de la privacidad al bloquear rastreadores de web e, incluso, los anuncios dirigidos.
Este navegador es una creación de Brendan Eich, uno de los cofundadores de Mozilla y creador del lenguaje JavaScript cuando trabajaba en Netscape. Al momento del lanzamiento, Eich enfatizó que nos encontramos peleando una batalla muy antigua y, en el fondo, humana. Vale la pena aclarar que esta batalla es lo que algunos llaman publicidad, mientras que otros se refieren a esta como privacidad.
Comencemos por entender cuál es el problema detrás de Google Chrome y qué tiene para ofrecer Brave Browser respecto a este. Tengamos en cuenta que los navegadores tienen por principal objetivo ofrecer contenido a sus usuarios. Entonces, si nos proporcionan un servicio, ¿por qué son gratuitos?
Probablemente alguna vez hayas escuchado la frase: “No existe tal cosa como un almuerzo gratis”. Dicha frase es generalmente utilizada para criticar los servicios públicos dado que busca enfatizar que siempre se produce algún tipo de intercambio y, por lo tanto, nada es realmente gratis en la vida.
Así que los navegadores son gratuitos monetariamente hablando, no obstante, generalmente les pagas a través de la visualización de publicidades e, incluso, con tus datos privados. Básicamente los navegadores te entregan en bandeja de plata a los anunciantes.
Por lo tanto, lo que busca Brave Browser es cambiar el modelo de negocio. En este navegador tienes dos opciones: Una es recibir recompensas por visualizar publicidades y, la otra, pagar para eliminar completamente anuncios mientras navegas.
Como señalamos previamente, Brave Browser establece que se diferencia de otros navegadores por la privacidad y velocidad con la que los puedes utilizar. Veamos cada una de sus particularidades:
Brave se encuentra construido sobre Chromiun, el proyecto de código abierto que, de hecho, mantienen Google y otros. Incluso Brave se encuentra impulsado por las mismas tecnologías de back-end que utiliza Chrome, incluyendo el motor de renderizado Blink y el motor JavaScript V8.
Es así que Brave puede ejecutar las extensiones de Chrome, uno de los aspectos que hacen que este navegador se diferencie de cualquier otra alternativa que haya surgido en el mercado.
Este navegador presume lograr que la carga de páginas sea tres veces más rápidas que Chrome. Pero, ¿cómo logra esto?
Básicamente, al eliminar los anuncios y rastreadores de anuncios, Brave descarga mucho menos contenido de un sitio web. Por lo tanto, no se trata de una nueva tecnología, sino que Brave recupera menos datos que otros navegadores.
Chrome, al ser un producto de Google se encuentra conectado a todo su ecosistema. Es decir, Chrome le permite a Google almacenar datos de usuarios. Esta es precisamente una característica que Brave busca atacar y, por lo tanto, dispone de una amplia gama de funciones de seguridad.
Por ejemplo, el menú de seguridad, que se ubica a la derecha de la barra de direcciones, ofrece un resumen de todo lo que se ha bloqueado o permitido dentro de la página web que tengas abierta. Asimismo, te permite controlar la configuración y, por lo tanto, bloquear cookies, secuencias de comandos y reconocimiento de dispositivos.
Además, de forma predeterminada, Brave usa HTTPS Everywhere, esto lo que hace es obligar a los sitios webs a usar conexiones seguras.
Adicionalmente, Brave ofrece dos tipos diferentes de pestañas privadas. Una que utiliza una tecnología sin seguimiento similar a la ventana de incógnito en Chrome y otra que hace que el usuario se convierta en alguien completamente anónimo.
Probablemente esta sea una de las particularidades más interesantes de Brave Browser porque, sí, te ofrecen recompensas por navegar.
Esto es parte del giro que realiza este navegador al modelo de negocio usualmente utilizado. De esta manera, lo que hace Brave es reemplazar los anuncios de los sitios web que usted visita por aquellos que se encuentren dentro de la red privada de Brave, que se muestran de forma anónima.
Es decir, a diferencia de Chrome, Brave no utilizará tus datos de navegación para proporcionarte publicidades más adecuadas a ti, sino que están dirigidos a un agregado anónimo de la base de usuarios del navegador.
De esta manera, la base de la economía de Brave es el “Basic Attention Token” o BAT, una criptomoneda que se otorgará en función de la atención del usuario o el tiempo dedicado a ver anuncios y contenidos.
Por lo tanto, si aceptas recibir anuncios, serás recompensado con BAT. Estos tokens pueden ser utilizados dentro del navegador para ofrecer propinas a creadores de contenido o, incluso, podrás intercambiarlo por otras criptos en una de las 10 cripto exchanges en las que cotiza.
De acuerdo con su sitio web oficial, obtienes el 70% de los ingresos publicitarios que recibe Brave.
Ya hemos observado la mayoría de las particularidades que hacen que Brave Browser sea una excelente alternativa a Google Chrome. No obstante, debemos destacar un más y es que Brave se encuentra en un continuo desarrollo.
Esto ha generado que cada día se convierta en un mejor navegador que satisface las necesidades de sus usuarios. En este sentido, recientemente anunció el lanzamiento de un complemento de videoconferencia. La nueva herramienta, conocida como Brave Talk, le permitirá a los usuarios hacer y recibir videollamadas directamente desde su navegador.
“Muchos otros proveedores de videoconferencias, incluido Zoom, monitorean llamadas, metadatos e imágenes, y los registros de esos datos pueden venderse o compartirse sin el consentimiento del usuario”, señalaron en una publicación de blog.
En caso de que usted desee aumentar su privacidad y poder de decisión, podrá descargar Brave Browser a través de su página oficial o a través de Google Play y App Store.
Si usted desea descargar la aplicación de escritorio, la página web debería inmediatamente reconocer el sistema operativo de su dispositivo y, por lo tanto, solo deberá de hacer clic en ‘Descargar’.
Asimismo, Brave le ofrecerá la posibilidad de descargar todas las extensiones e información que haya guardado en Chrome para facilitarle su comienzo en este nuevo mundo.
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