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La historia de Sam Bankman-Fried y FTX se desarrolla día tras día. El suceso más reciente ocurrió el miércoles 4 de enero cuando un fiscal del Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que las autoridades federales se encontraban en proceso de incautar más de $400 millones de dólares en acciones de Robinhood vinculadas a FTX.
De acuerdo con un archivo de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, Sam Bankman-Fried compró las acciones de Robinhood el 2 de mayo de 2022, las cuales representan aproximadamente el 7.6% de la compañía. Incluso en ese momento cuando se dio a conocer la participación de SBF en Robinhood se corría el rumor de que FTX estaba evaluando la posibilidad de adquirir Robinhod.
Pro esta razón los representantes de Sam Bankman-Fried, fundador de la fallida cripto exchange FTX, han presentado una solicitud para mantener las 56 millones de acciones de Robinhood, las cuales tienen un valor actual de $450 millones de dólares estadounidenses.
La decisión de incautar estos activos por parte de las autoridades está respaldada con la acusación penal de ocho cargos del Departamento de Justicia contra Sam Bankman-Fried, quien recientemente se declaró inocente y pagó una fianza de $250 millones de dólares.
Según la presentación judicial, los representantes del polémico fundador de FTX aseguraron que Sam Bankman-Fried requiere de estos fondos para pagar su defensa penal.
Sí, los representantes de SBF están aferrándose a la jurisprudencia de Estados Unidos en las que se determina que la incapacidad financiera de una persona para defenderse puede afectar irreparablemente su caso.
“Es inapropiado que los deudores de FTX pidan al tribunal que simplemente asuma que, todo lo que el Sr. Bankman-Fried alguna vez tocó, es presuntamente fraudulento”, dice la presentación de Bankman-Fried. " Bankman-Fried requiere parte de estos fondos para pagar su defensa criminal”.
En sí, estas 56 millones de acciones en Robinhood forman parte de una compleja batalla legal que incluso incluye a otro cripto prestamista llamado BlockFi y al Departamento de Justicia de Estados Unidos.
En principio las acciones eran propiedad de Bankman-Fried y Gary Wang a través del holding “Emergent Fidelity Technologies”. Bajo este contexto, John Ray, encargado de la reestructuración de FTX, explicó que las acciones solo se encontraban nominalmente bajo dicho holding y, por ende, deben ser congeladas hasta que puedan ser divididas de forma equitativa entre los acreedores de FTX.
No obstante, los representantes de Bankman-Fried se opusieron a la idea al argumentar que las acciones habían sido compradas de forma legítima utilizando dinero prestado por Alameda Research.
Independientemente, estas disputas legales sobre las acciones de Robinhood son en gran medida teóricas debido a que ya existe una orden emitida por el Departamento de Justicia para confiscar los activos.
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